En el mundo de las finanzas personales, una pregunta que se repite constantemente es: ¿Puedo pagar mis deudas usando una nueva deuda? La respuesta corta es: depende. Y aunque pueda sonar contradictorio, en ciertos casos esta estrategia puede ayudarte a salir del ciclo de endeudamiento. Sin embargo, mal aplicada, puede ser un camino directo a una crisis financiera.
¿Qué significa pagar una deuda con otra?
Esto ocurre cuando una persona, en lugar de saldar una deuda con ingresos propios o ahorros, toma un nuevo préstamo o utiliza una tarjeta de crédito para cubrir la deuda original. Es común en personas que sienten que "no les alcanza" o que tienen muchas deudas pequeñas que les cuesta organizar.
¿Cuándo podría tener sentido?
Consolidación de deudas: Supón que tienes tres tarjetas de crédito con diferentes tasas de interés. Si consigues un préstamo personal con una tasa más baja, puedes usar ese dinero para pagar las tarjetas y quedarte con una sola deuda, más manejable y con menor interés.
Reestructuración de pagos: Algunas personas negocian con su banco una extensión del plazo de pago para reducir las cuotas mensuales, aliviando su carga financiera.
Evitar atrasos y afectar tu historial: Si estás a punto de caer en mora con una deuda de alto impacto (como un crédito hipotecario o educativo), usar otra fuente de financiamiento podría ser una estrategia temporal para proteger tu historial crediticio.
¿Cuándo es una mala idea?
Cuando la nueva deuda tiene intereses más altos: Sacar un avance en efectivo con tu tarjeta para pagar otra deuda puede ser más caro y generar más intereses.
Si no tienes un plan para saldarla: Cambiar una deuda por otra solo alarga el problema si no cambias tus hábitos financieros o aumentas tus ingresos.
Cuando se vuelve un ciclo constante: Si usas una tarjeta para pagar otra o pides un préstamo para cubrir otro sin frenar el consumo, estás entrando en un círculo vicioso difícil de romper.
¿Qué deberías hacer primero?
Haz un presupuesto realista:
Identifica cuánto dinero entra y cuánto sale al mes.
Prioriza deudas con mayores intereses.
Evalúa si puedes generar ingresos extra.
Evita seguir endeudándote mientras no resuelvas el problema de raíz.
En resumen, pagar una deuda con otra puede ser útil si forma parte de una estrategia para ordenar tus finanzas, reducir intereses y no volver a endeudarte. Pero si lo haces sin planificación ni disciplina, solo estarás postergando el problema. Siempre que tengas dudas, busca asesoría financiera antes de tomar decisiones que afecten tu futuro económico.
¿Te gustaría que tus colaboradores accedan a educación financiera y herramientas que les ayude a organizarse mejor? En Payroll ayudamos a los trabajadores a mejorar su salud financiera desde el primer día.